sábado, 4 de abril de 2009

Fundamentos y Contexto del Teatro Comunitario

 FUNDAMENTOS

    Emergimos de la dictadura y posteriores gobiernos neoliberales con una sociedad fragmentada, con vastos sectores empobrecidos producto de la destrucción del proceso de industrialización, el aumento de la deuda externa y la concentración del poder económico. Esto abrió una enorme brecha social y gran parte de la población al caer en el desempleo sufrió pérdida de su identidad, y su autoestima. Cundió la desesperanza, la incertidumbre. Vastos sectores medios se atrincheraron en precarios logros materiales reforzando las actitudes individualistas del sálvese quien pueda, y la desconfianza en el prójimo, esto último propiciado por los medios de comunicación que resaltaron la inseguridad como el principal problema social, identificando como enemigos a los jóvenes pobres.
     La proliferación de barrios privados, ejércitos de seguridad privada, rejas, educación privada, encierro en las casas con la persistente pérdida del espacio público, vino a reforzar la fragmentación mencionada.
    Es como resistencia a este deterioro que surge el teatro comunitario, entre otras formas de organización y resistencia (fábricas recuperadas, asambleas, ONG, experiencias de Educación Popular,  Economía Social y muchas otras) para rescatar del olvido las identidades barriales y regionales, la memoria de las luchas, el rechazo a la impunidad, la afirmación de la solidaridad y creatividad como vivificantes recursos humanos. Recuperar los valores, la palabra capaz de romper el cerco de frivolidad y mentira. Ejercicio de la memoria que es sanadora, cicatrizadora de heridas y sirve para proyectar el futuro, aprendiendo del pasado.
     Hoy, algunos años después de la catástrofe nacional, los grupos de TC trabajan en forma mancomunada, participan de encuentros y seminarios, se ayudan unos a otros aprovechando la experiencia que generosamente comparten los más adelantados y se reproducen contagiosamente.
     Los grupos  de TC trabajan desde la inclusión y la integración, por lo tanto son abiertos a toda persona que se acerca y quiere participar de manera voluntaria. Se conforman con integrantes de diferentes generaciones, también de diferentes extracciones sociales: la heterogeneidad aporta mayor riqueza al producto artístico desde las diferentes miradas.
     El hecho de que el  TC sea de y para la comunidad en la que el grupo ensaya y presenta sus espectáculos, favorece la idea de volver al barrio como espacio vital y no como espacio dormitorio. Perderle el miedo a la calle y al espacio público y volver habitable el barrio es la intención de estos vecinos que trabajan creativamente para su propia comunidad.
     La misma utilización del espacio escénico muestra la intención de crear puentes de vecinos a vecinos: desechando el escenario a la italiana, el público se ubica en dos frentes, o de manera semicircular o circular; aún en espacios cerrados mantienen el espíritu de encuentro característico del teatro en la plaza.
     La intención es integrar al vecino-espectador, que frecuentemente es el familiar del vecino-actor, sus amigos, compañeros de trabajo, vecinos. Muchas veces estos espectáculos llegan a un gran sector de la población que no frecuentan las salas de espectáculos.
     De esta manera los grupos de TC se proponen y cumplen el propósito de entusiasmar a multitudes que se identifican con el objetivo de rescatar la memoria y la posibilidad de creer en un mundo mejor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario